El estancamiento económico y las limitaciones para sostener un proceso de desarrollo sostenido en América Latina en las últimas décadas demandan un replanteo profundo y audaz de las políticas de desarrollo productivo y tecnológico.
Este replanteo requiere, en primer lugar, reconceptualizar y revalorizar el rol de los sectores basados en recursos naturales y, en segundo lugar, el desarrollo de una institucionalidad radicalmente diferente a la existente que facilite la negociación y el trabajo cooperativo entre actores económicos y sociales diversos.